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domingo, 22 de noviembre de 2015
sábado, 7 de noviembre de 2015
LA GENEROSIDAD DE LA VIUDA
(Marcos 12, 38-44)
El Evangelio de
Mateo nos cuenta que Jesús Llamando a los discípulos, les dijo: "Os
aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie.
Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad,
ha echado todo lo que tenía para vivir."
Aún hay gente
generosa que ayuda económicamente a
niños(as) que pasan por situaciones de
pobreza y enfermedad, otros ayudan a jóvenes que han caído en las garras de las
drogas y alcohol; así mismo hay ciento de personas que ayudan con su tiempo y
dinero generoso a diversas casas hogares, asilo de ancianos, albergues,
hospicios; a pesar de ello, hay personas que se les hace difícil compartir con
los más empobrecidos de la sociedad.
La viuda con su
ofrenda nos motiva a ser generosos y a demostrar con hechos la fe para hacerla
creíble, es una actitud de agradecimiento para con Dios y por eso lo da todo.
En segunda de corintios nos dice al
respecto “Dios
ama al dador alegre”, recordemos
que la generosidad es bendecida siempre por Dios por ejemplo en el Antiguo Testamento Abel presentó
su ofrenda y fue bendecido grandemente
por Dios, hoy también Dios sigue bendiciéndoos de muchas formas nuestro dar
alegremente.
El Evangelio de Mateo nos ayuda a reflexionar
y a tomar conciencia acerca de las ofrendas que ofrecemos a Dios “Nuestro
Padre” y una de la mayor ofrenda del hombre a Dios es un corazón arrepentido. En estos tiempos la sociedad y Chimbote necesita
de hombres y mujeres nuevos(as), es decir con un corazón renovado en el Señor fruto
de un encuentro con Dios en la oración, reconciliación y la Eucaristía.
La
gratitud a Dios por todo lo que nos ofrece: el aire, sol, agua; el mar,
alimentos y la vida para desarrollarnos cada día, es un valor y
aprecio del ser humano por todas las bondades de Dios, la cual debe convertirse
en un hábito y una tarea de los padres en educar con diligencia y paciencia a
los hijos(as) en ser agradecidos con lo que nos ofrece cada día Nuestro Padre
Dios.
A
modo de conclusión podemos decir que la viuda nos enseña con el ejemplo a ser
generosos(as), una de las ofrendas a Dios es ofrecer nuestro corazón
arrepentido, y el reto de educar a los
hijos e hijas en el valor de ser
agradecidos con Dios.
Carlos
Jorge Santisteban LLonto
Docente.
SPES. ULADECH
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