JESUS, PAN DE VIDA
Lucas 9, 11b-17
El evangelio de Lucas
nos cuenta que Jesús predicaba a las gentes y los discípulos se acercaron para decirle que las despida, para que vayan a buscar alojamiento
y comida. Jesús les responde “denle ustedes de comer”(…).
El ser humano tiene
muchas necesidades materiales y se esfuerza para conseguirlas como la vivienda,
vestimenta y alimentación. Pero por otro lado hay necesidades urgentes que
pasan niños, jóvenes, ancianos, madres abandonadas, viudas, personas que se encuentran en los hospitales,
albergues, y hospicio.
Según el diario Chimbotenlínea.com (24/5/13), el
24.2% de la población de Ancash padece de desnutrición crónica, la misma fuente
informa que la detección de pacientes
con cáncer crece en un 40% en el hospital regional, ¿Cuál es la respuesta
frente a estas necesidades?, ¿Cuál es la actitud frente a esta realidad? ¿Qué
decisiones podemos tomar?, ¿será posible cambiar esta realidad?.
El Evangelio de Lucas nos invita a responder con generosidad y amor
frente a las necesidades de nuestros hermanos/as en palabras de Jesús: “Denle
ustedes de comer”. Mirar la realidad con los ojos de la fe, para responder
desde la fe: La fe sin obras es muerta. Aquí está el reto y desafío de hoy para
los católicos y personas de buena voluntad. Las necesidades de los
hermanos/as es un medio que nos acerca
cada día a Dios. Un ejemplo de ello tenemos a la madre Teresa de Calcuta.
El Hombre tiene que alimentarse del pan
material, para vivir dignamente y ser agradecido de Dios por todo aquello que
le ofrece cada día. Por otro lado, también tiene que alimentarse del Pan de
vida, que es Cristo Jesús. Con la Eucaristía, oración, caridad,
lectura asidua de la Palabra de Dios, para fortalecer la fe en Cristo
Jesús. Desde este horizonte podemos responder a hermanos /as en sus necesidades
espirituales y tengan la experiencia de Dios en sus vidas. Chimbote y el mundo
entero tiene hambre de Dios, llevemos el alimento de la Palabra de Dios a las
familias y sociedad y encuentren en
Cristo, la vida plena. A modo de cierre podemos decir que Cristo Jesús, sacia el hambre material y espiritual de sus
hijos/as.
Mg. Carlos Jorge Santisteban Llonto
(docente SPES-ULADECH.-Católica)
(26.5.13)