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sábado, 1 de junio de 2013

                                             JESUS, PAN DE VIDA
Lucas 9, 11b-17
El evangelio de Lucas nos cuenta que Jesús predicaba a las gentes y los discípulos se  acercaron para decirle que las  despida, para que vayan a buscar alojamiento y comida. Jesús les responde “denle ustedes de comer”(…).

El ser humano tiene muchas necesidades materiales y se esfuerza para conseguirlas como la vivienda, vestimenta y alimentación. Pero por otro lado hay necesidades urgentes que pasan niños, jóvenes, ancianos, madres abandonadas, viudas,  personas que se encuentran en los hospitales, albergues, y hospicio.

Según el diario Chimbotenlínea.com (24/5/13), el 24.2% de la población de Ancash padece de desnutrición crónica, la misma fuente informa  que la detección de pacientes con cáncer crece en un 40% en el hospital regional, ¿Cuál es la respuesta frente a estas necesidades?, ¿Cuál es la actitud frente a esta realidad? ¿Qué decisiones podemos tomar?, ¿será posible cambiar esta realidad?.

El Evangelio de Lucas  nos invita a responder con generosidad y amor frente a las necesidades de nuestros hermanos/as en palabras de Jesús: “Denle ustedes de comer”. Mirar la realidad con los ojos de la fe, para responder desde la fe: La fe sin obras es muerta. Aquí está el reto y desafío de hoy para los católicos y personas de buena voluntad. Las necesidades de los hermanos/as  es un medio que nos acerca cada día a Dios. Un ejemplo de ello tenemos a la madre Teresa de Calcuta.

El Hombre tiene que alimentarse del pan material, para vivir dignamente y ser agradecido de Dios por todo aquello que le ofrece cada día. Por otro lado, también tiene que alimentarse del Pan de vida, que es Cristo Jesús. Con la Eucaristía,  oración,  caridad,  lectura asidua de la Palabra de Dios, para fortalecer la fe en Cristo Jesús. Desde este horizonte podemos responder a hermanos /as en sus necesidades espirituales y tengan la experiencia de Dios en sus vidas. Chimbote y el mundo entero tiene hambre de Dios, llevemos el alimento de la Palabra de Dios a las familias y sociedad  y encuentren en Cristo, la vida plena. A modo de cierre podemos decir que  Cristo Jesús, sacia  el hambre material y espiritual de sus hijos/as.


Mg. Carlos Jorge Santisteban Llonto (docente  SPES-ULADECH.-Católica)

(26.5.13)