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domingo, 27 de abril de 2014

LA EVANGELIZACIÓN


Jesús antes de partir al Padre reunió a sus discípulos y les encargo una misión: “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos…” Así lo expresa  el  evangelio de Mateo 28,19-20.  La tarea es para todos los hombres y mujeres de llevar el mensaje de salvación a todos aquellos que aún no le conocen y tengan conocimiento de Dios. Cada Bautizado tiene esta noble tarea de ganar almas para Dios es decir conozcan a Dios, le amen, y le sigan como sus discípulos y misioneros en el contexto donde se desarrollen.
Conviene precisar la definición de evangelización a la luz del magisterio de la iglesia. Según Pablo VI (1975),  evangelización significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad. La finalidad de la evangelización es por consiguiente este cambio interior y, si hubiera que resumirlo en una palabra, lo mejor sería decir que la Iglesia evangeliza cuando, por la sola fuerza divina del Mensaje que proclama , trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos.
Desde esta perspectiva del Papa Pablo VI evangelizar entonces es llevar la palabra de Dios a toda la humanidad, para renovarla y transformarla. Este es el reto y desafió para todos los cristianos hombres y mujeres de hoy, sacerdotes, religiosas (os) , obispos y junto al Papa, cabeza de la Iglesia. La presencia del Espíritu Santo en la tarea evangelizadora es fundamental para la renovación y el cambio interior de las personas.
Para Juan Pablo II (2000), la evangelización  es proponer a Jesús a todos, dar a conocer las exigencias del evangelio con el propósito que conozcan a Dios, le amen y le sigan como sus discípulos.  Ejemplo de evangelización ha sido él mismo papa, llevaba el mensaje de Dios, a todos los sectores de la vida social, política, económica, cultural, religiosa, y educativa de todos los países donde visitaba. La evangelización realizada por el papa ha permitido a un acercamiento a Dios, a otros a un conocimiento más profundo de la doctrina católica y de Dios; a otros pueblos con los principios del evangelio ha impulsado nuevas reformas o políticas de gobierno  teniendo como centro a la persona y su dignidad.
A modo de resumen podemos decir que evangelizar es llevar la palabra de Dios con la finalidad que los hombres y mujeres conozcan a Dios, le amen y le sigan, pero también se renueven permanentemente y se conviertan cada día al Señor. En palabras del papa Francisco, la evangelización es  “ir más allá de si misma” “una evangelización llevada a las periferias”. Finalmente la evangelización debe tener como base la relación profunda con Dios en la oración,  caridad,  verdad y la santidad.  

Etapas de la evangelización

La evangelización como proceso está estructurado en etapas o momentos esenciales: misionera, catequética y pastoral.

La etapa misionera está dirigida para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia religiosa. Tiene que ver con las preguntas al sentido de la vida, la experiencia de las limitaciones y contradicciones de la condición humana, la ubicación de la pregunta religiosa y la conversión inicial; cuando la persona y el grupo tiene estas inquietudes la propuesta de  Jesús y del discipulado es mejor comprendida y aceptada. (Garcia, s/f).

La sociedad de hoy a pesar de vivir en una situación de indiferencia religiosa tiene sed de Dios, así mismo la crisis de valores llevan al hombre a buscar modelos que llenen el corazón humano. Estas situaciones que pasan en el ser humano  provocan la búsqueda de Dios, la admiración por Jesucristo, la apertura al evangelio, el encuentro con Jesús tal como ocurrió con Saqueo, la Samaritana y a partir de allí nace el seguimiento a Jesucristo. San Pablo de perseguidor de la Iglesia, paso a ser un gran discípulo.

En el mundo universitario está presente la indiferencia religiosa, es decir los jóvenes no afirman, ni niegan a Dios, se considera indiferente a lo trascendente, a las acciones evangelizadoras y de la fe. Sin embargo, cuando Dios toca el corazón del joven nace una inquietud de conocerle, buscarle y seguirle. En palabras de la hermana Glenda en una de sus canciones decía “nada es imposible para Dios”, esta afirmación es actual, pero hay que sembrar, tocar, llevar la alegría del Evangelio a todos y todas en los diferentes contextos de la vida.

La etapa Catequética  para los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación. Tiene un carácter de fundamentación y sistematización; para ello inicia al catecúmeno en la historia de salvación, en los valores evangélicos, en la celebración cristiana y en la vida de la caridad. El objetivo de esta etapa es la conversión radical a Jesucristo como sentido de la vida. "Este 'sí' a Jesucristo, plenitud de la Revelación del Padre, encierra en sí una doble dimensión: la entrega confiada a Dios y el asentimiento cordial a todo lo que El nos ha revelado. Este sí es posible por la acción del Espíritu Santo" (Sastre, s/f)

Hay un dicho que dice: “Nadie ama lo que no conoce…” en este sentido la persona que se adhiere a Jesucristo tiene que estudiar las Sagradas escrituras,  teología y  filosofía  para tener  conocimiento, es decir hay que estudiar, profundizar , reflexionar ,orar en el conocimiento de Dios  y  dar razón de la fe a la comunidad. Unos lo harán en las pequeñas comunidades de base, otros en centros superiores como los institutos y universidades católicas.

La formación teológica, doctrinal, pastoral y actitudinal es muy importante en los todos los bautizados, para establecer diálogos con otros disciplinas del saber humano. La falta de formación ha llevado a muchos católicos a unirse a otros movimientos en estos últimos diez años, por ello la catequesis debe estar presente en los niños, jóvenes y adultos; en las familias, comunidades de base, en todas las estructuras de la diócesis; de tal modo que todos  lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim2,4)   

La etapa pastoral para los fieles cristianos ya maduros en el seno de la comunidad cristiana. Educa de manera permanente en la fe y en la comunión paterna; esta etapa ayuda  a madurar la síntesis fe-vida en la comunidad cristiana por el cultivo de la espiritualidad y la maduración del compromiso vocacional desde la vida teologal. "El bautizado, impulsado siempre por el Espíritu, alimentado por los sacramentos, la oración y el ejercicio de la caridad, y ayudado por las múltiples formas de educación permanente de la fe, busca hacer suyo el deseo de Cristo: "Vosotros sed perfectos como el Padre celestial es perfecto" ( Mt. 5,48).

Los cristianos  adheridos a Jesucristo y formados en la fe, deben seguir actualizándose para responder a los retos y desafíos que nos plantea la sociedad de hoy. Los laicos tienen la palabra, para dar respuesta a los hechos y acontecimiento de la vida política, social, económica, religiosa y cultura.
 
Una manera de educar a todos es el testimonio de vida, para hacer creíble la fe que profesamos  en la comunidad; el bautizado que reflexiona sobre la caridad debe demostrar  con hechos concretos la fe porque la fe sin obras es muerta; por ejemplo ser respetuoso con los demás, tratarlos y acogernos con sencillez; responder a las necesidades de sus hermanos que pasan hambre, dolor o enfermedad de tal manera que miremos en el prójimo a cristo.

Concluyendo podemos decir que la acción misionera está dirigida para los no creyentes y  a los que viven en la indiferencia religiosa. La acción catequética a los que se adhieren a Jesucristo, es decir a los que libremente acogen la fe, dicen si al Señor, estudian de manera sistemática  a la luz de la fe y la razón la doctrina de Jesucristo y el magisterio de la iglesia a fin de dar razón de la fe a sus hermanos(as). Finalmente la acción pastoral es la actualización de la fe de modo que seamos luz, testimonio,  y testigos de Jesucristo en la comunidad. Es la maduración de la fe fruto de la reflexión y oración. Las tres etapas tienen que tener como base la oración personal y comunitaria.

La nueva evangelización

Juan Pablo II (1995),  al comenzar el Tercer Milenio nos llamó a "remar mar adentro" y comprometernos en una "Nueva Evangelización": "Nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión".  Se debe evangelizar a las personas y también a la cultura.
La nueva evangelización es una respuesta a los nuevos contextos del mundo de tal manera que el Evangelio llegue a impregnar en la mente y los corazones de las personas; tengan un encuentro con Jesús como lo hizo Saqueo, la Samaritana, Pedro, Pablo entre otros. Fruto del encuentro nacen  hombres y mujeres nuevos(as)  dando  testimonio de vida y hacen creíble  la evangelización.

Cabe formularnos un interrogante ¿Cómo evangelizar al hombre de hoy?, se puede responder diciendo con el uso de las nuevas tecnologías para llegar a todos, actualizar la fe a la realidad de hoy, promover encuentros de dialogo entre la fe y la cultura, responder a los hechos y acontecimiento de la realidad internacional, latinoamericana, nacional, regional y local a luz de la Palabra de Dios y del magisterio de la Iglesia de este modo se evangeliza a las personas y la cultura. Con la finalidad de renovar al hombre, tenga una profunda experiencia de Dios, redescubrir la belleza del Evangelio; es decir hombres nuevo, renovados en la fe, esperanza y caridad.
Para  Benedicto XVI (2001), la nueva  evangelización es enseñar el arte de vivir según Jesucristo. Jesús dice al comenzar su vida pública: Él me ha ungido para llevar las buenas nuevas a los pobres (Lc 4, 18); y esto quiere decir: Yo tengo la respuesta a vuestra pregunta fundamental; os enseño el camino de la vida, el camino de la felicidad, mejor dicho: Yo soy ese camino.
La nueva evangelización es vivir  la vida de cara a Dios, es vivir según los valores que nos propone Jesucristo. Es amar al prójimo, responder a sus necesidades, es vivir el estilo de Jesucristo, es un dialogo de la fe con la cultura.  Frente al estilo de vida que nos ofrece la sociedad moderna; todo fácil y mediático, una vida  moral  sin  principios en la economía y  en las familias  etc. Para el Papa la nueva evangelización es ser santos cada día y llevar esperanza y amor a aquellos que no conocen a Jesucristo o no han tenido experiencia de Dios.
La Nueva Evangelización según  el papa Francisco (2013) consiste en dar testimonio, con la vida hagan visible el Evangelio y despierten la atracción por Jesucristo, la belleza de Dios, por otro lado ir al encuentro de los demás.
El testimonio  de vida y de la fe es el signo de la nueva evangelización en los contextos de la vida social, económica, cultural religiosa y política. El testimonio provoca admiración, redescubrir la fe en aquellos que se han alejado de la madre Iglesia y de Dios; lleva al encuentro con Jesucristo, es  motivación y reto;  por otro lado   puede ser motivo de adhesión a Dios.
Para ser el testimonio de vida es necesario el encuentro con Jesucristo cada día en la oración personal y comunitaria, la asidua lectura de la Sagrada escritura, la frecuencia de los sacramentos, el amor al prójimo todo ello  van configurando al bautizado en un persona virtuosa, admirable por su estilo de vida cristiana; todo ello le lleva a irradiar paz, serenidad, confianza en los demás, servicio  a sus hermanos y hermanas de la comunidad.
Desde este horizonte los bautizados deben “Ir al encuentro de los demás…” en palabras de papa Francisco “Ir a la periferias” para hablarles de esperanza, misericordia, a los hermanos y hermanas que se han alejado de Dios o que viven en un estado de tinieblas, dialogar con los que tienen fe o no la tienen de tal manera que el resucitado vuelva a encender los corazones.

CSLL (27.4.14)