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sábado, 18 de abril de 2015

LA APARICIÓN DE JESÚS RESUCITADO A LOS APÓSTOLES



(Lucas 24,35-48)



El  Evangelio de Lucas nos cuenta  que Jesús se manifestó a los apóstoles “Paz a vosotros”, Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Les dijo: "¿Tenéis ahí algo de comer?" Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Añadió: "Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día. Jesús  se manifiesta a los apóstoles con una gran sencillez, como un encuentro de amigos, y le habla de amigo a amigo.


Jesús hoy en día se sigue manifestando como un amigo, hermano y padre a sus hijos e hijas en la vida diaria; así mismo se manifiesta en los sacramentos del bautismo, Eucaristía, confirmación, Unción de los enfermos, Matrimonio y orden Sacerdotal, para animarnos y fortalecer la fe de cada uno de nosotros. Por otro lado hay hermanos(as) que les cuesta reconocer a Jesús Resucitado como al discípulo llamado Tomás.


El Evangelio de Lucas nos invita a reconocer a Jesucristo con los ojos de la fe en la Santa Eucaristía donde se hace presente con su cuerpo y sangre, para alimento de la vida espiritual de todos sus hijos e hijas; los apóstoles reconocieron al maestro al partir el Pan y partir de allí sus vidas, fe, amor, esperanza, conocimiento queda fortalecido, iluminado, y toda duda desaparece de sus corazones.


Jesús toma la iniciativa de buscarnos o sale a nuestro encuentro  cuando tú y yo nos alejamos del amor de Dios, de los mandamientos,  iglesia, del amor al prójimo, para seguir siendo sus amigos; quiere que todos le conozcamos, le amemos y seamos salvos. El pecado nos aleja de Dios, del hermano(a) que sufre, de la verdad, justicia; nos vuelve egoístas y poco a poco vamos perdiendo la dignidad de hijos(as)  de Dios, por eso le podemos decir Jesús ayúdanos a resucitar contigo.


Jesús esta siempre con nosotros y podemos dar testimonio de la presencia del Resucitado en el trabajo, familia, comunidad. Muchas personas gozan de la cercanía de Dios cuando le invocan al empezar un trabajo, frente a los obstáculos y problemas   Jesús nos anima y  fortalece. En una Palabra Jesús está muy cerca de nosotros.  A modo de conclusión podemos decir que Jesús se hace presente en nuestras vidas y en la fracción del Pan, para animarnos en el caminar y un día llegar a compartir la mesa celestial.

Mg, Carlos Jorge Santisteban LLonto. Docente ULADECH-CATÓLICA -SPES