El Evangelio de Juan nos cuenta
que Jesús dijo a Nicodemo: "Nadie
ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo
que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo
del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna (…) Conviene
reflexionar en el siguiente enunciado ¿Cuál es la relación entre Jesús y la
cruz?
Jesús ha pasado por experiencias difíciles desde
su nacimiento, cuando Herodes manda matar a todos los niños hasta la muerte en
la Cruz. Hoy en día Cristo sigue sufriendo en las personas que pasan por situaciones muy difíciles como los
niños que sufren de tuberculosis, anemia; jóvenes que trabajan en condiciones
laborales complicados y sin el reconocimiento a todos sus derechos; por otro
lado, sufrimos los efectos de la contaminación sonora del transporte público
cada vez con mayor intensidad.
El Evangelio de Juan nos hace un llamado a todos
los creyentes y hombres y mujeres de buena voluntad a unirnos a Jesús para
cambiar está realidad y redimirla desde
el horizonte de Jesucristo, es decir exaltar la cruz quiere decir mejorar la
calidad de vida de nuestros hermanos y hermanas, además proteger el medio
ambiente. Así mismo, orar por la paz, perdonar a los que nos ofenden, luchar
por la justicia. En este caminar Jesús está con nosotros, animándonos y
alentándonos.
Exaltar quiere decir reflexionar sobre nuestras
debilidades, pecados, sobre lo que hemos sembrado o estamos sembrando, es decir
revisar nuestra trayectoria de vida:
valores, principios, sentimientos, ideales, creencias; espiritualidad, la alegría de la fe, los
encuentros con Dios en la oración, la
celebración comunitaria, la familia, nuestra relación con la Iglesia con el fin
de ser mejores cristianos, personas y ciudadanos en este sentido tenemos
hermanos y hermanas que han sido elevados a los altares como ejemplos de vida
cristiana porque vieron en la cruz y en Cristo un proyecto de vida.
Jesús con su resurrección venció la muerte para darnos vida, amor,
esperanza, para ser testigos valientes de la fe. Es la respuesta grandiosa de Dios
al mundo con misericordia, bondad, salvación. En este sentido la cruz
debe motivarnos a edificar y construir comunidades eclesiales unidas a Cristo y a la iglesia
a fin que todos los hombres se salven del pecado y lleguen al
conocimiento de Dios.
A modo de cierre podemos decir que nuestras
experiencias de vida sobre todo las más difíciles son las cruces que llevamos,
pero con Cristo en la resurrección las vencemos. ¡Jesús ayúdanos a resucitar
contigo!
Mg. Carlos Jorge Santisteban LLonto Docente. ULADECH CATÓLICA -SPES