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viernes, 19 de diciembre de 2014

MARÍA DARÁ A LUZ A UN HIJO, LLAMADO JESÚS Lucas 1,26-38



El Evangelio de Lucas nos cuenta que el Ángel Gabriel, enviado por Dios, anuncia a María que concebirá a un hijo, le podrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo. María acepta ser la madre de Dios: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” 

María acepta con grande alegría ser la madre de Jesús, al igual que muchas mujeres del mundo a quienes tenemos que agradecer por el don de la vida. Un hijo es un regalo hermoso para la familia y la sociedad. Jesús nació en un hogar humilde, allí aprendió a trabajar, orar; amar a sus padres, amigos y parientes en una palabra buenos hábitos. 

María es un modelo y referente para todas las mujeres de Chimbote porque eligió la maternidad, ser madre, la vida, el amor frente a una cultura de muerte que hoy día se promueve y que afecta la vida en todas sus dimensiones. María desarrollo su maternidad desde la concepción de su hijo, y le acompañó en su infancia, niñez adolescencia, y juventud.

El Evangelio de Lucas hace un llamado a todos, especialmente a las mujeres a ser valientes con la ayuda de Dios y su bendición de amar la vida, de asumir la maternidad con responsabilidad, y en este tiempo de navidad adornemos nuestro corazón con paz, Perdón, solidaridad, oración, alegría de tal modo que el niño Jesús ingrese a nuestros corazones.

La virgen María nos enseña a amar la vida, por eso la vida se cuida, protege, ama y defiende de todo aquello que atente contra la dignidad del ser humano, hoy es un llamado a cuidar a la niñez, protegerlos de todo aquello que atente contra sus vidas; regalemos a la niñez lo mejor de nosotros, es decir alegría sana, para que aprender a reir y tengas nobles sentimientos; sembremos en las mentes y corazones nobles ideales para que aspiren a los grandes valores: Justicia, verdad, solidaridad. 

A modo de resumen podemos decir que María nos enseña amar la vida y que traer un hijo al mundo es lo más maravilloso y hermoso para las familias. ¡Feliz Navidad¡

Mg Carlos Jorge Santisteban LLonto. Docente ULADECH-CATÓLICA

sábado, 13 de septiembre de 2014

LA EXALTACIÓN DE LA CRUZ (Jn 3,13-17)

El Evangelio de Juan nos cuenta que Jesús dijo a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna (…) Conviene reflexionar en el siguiente enunciado ¿Cuál es la relación entre Jesús y la cruz?

Jesús ha pasado por experiencias difíciles desde su nacimiento, cuando Herodes manda matar a todos los niños hasta la muerte en la Cruz. Hoy en día Cristo sigue sufriendo en las personas que  pasan por situaciones muy difíciles como los niños que sufren de tuberculosis, anemia; jóvenes que trabajan en condiciones laborales complicados y sin el reconocimiento a todos sus derechos; por otro lado, sufrimos los efectos de la contaminación sonora del transporte público cada vez con mayor intensidad.

El Evangelio de Juan nos hace un llamado a todos los creyentes y hombres y mujeres de buena voluntad a unirnos a Jesús para cambiar está  realidad y redimirla desde el horizonte de Jesucristo, es decir exaltar la cruz quiere decir mejorar la calidad de vida de nuestros hermanos y hermanas, además proteger el medio ambiente. Así mismo, orar por la paz, perdonar a los que nos ofenden, luchar por la justicia. En este caminar Jesús está con nosotros, animándonos y alentándonos.

Exaltar quiere decir reflexionar sobre nuestras debilidades, pecados, sobre lo que hemos sembrado o estamos sembrando, es decir revisar nuestra  trayectoria de vida: valores, principios, sentimientos, ideales, creencias;  espiritualidad, la alegría de la fe, los encuentros con Dios en la oración,  la celebración comunitaria, la familia, nuestra relación con la Iglesia con el fin de ser mejores cristianos, personas y ciudadanos en este sentido tenemos hermanos y hermanas que han sido elevados a los altares como ejemplos de vida cristiana porque vieron en la cruz y en Cristo un proyecto de vida.

Jesús con su resurrección  venció la muerte para darnos vida, amor, esperanza, para ser testigos valientes de la fe. Es la respuesta grandiosa de Dios al mundo con  misericordia,  bondad, salvación. En este sentido la cruz debe motivarnos a edificar y  construir  comunidades eclesiales unidas a Cristo y  a la iglesia  a fin que todos los hombres se salven del pecado y lleguen al conocimiento de Dios. 
A modo de cierre podemos decir que nuestras experiencias de vida sobre todo las más difíciles son las cruces que llevamos, pero con Cristo en la resurrección las vencemos. ¡Jesús ayúdanos a resucitar contigo!

Mg. Carlos Jorge Santisteban LLonto  Docente. ULADECH CATÓLICA -SPES

miércoles, 10 de septiembre de 2014

LA MISERICORDIA DE DIOS PARA CON SUS HIJOS E HIJAS Mt 18,21-35

El Evangelio de Mateo nos cuenta que un Rey había decidido arreglar cuentas con sus empleados. Uno de ellos le debía diez mil monedas de oro, pero como no tenía con que pagar, le suplico al rey que le perdonara la deuda. El rey le perdona todo lo que le debía (…) Conviene preguntarnos ¿Cómo hacer realidad la misericordia de Dios en contexto de hoy?

En mundo de hoy vemos  situaciones de guerra y conflictos entre países, así mismo percibimos  en la sociedad hechos de violencia organizada, por otro lado en las familias y centros de trabajo constatamos rencores y odios; estos hechos demandan con urgencia una educación para el perdón y la reconciliación, por tanto; se trata de un bien común para todos.

Mateo nos propone obtener la misericordia de Dios, es decir el perdón de los pecados cometidos contra EL y él prójimo, para ello es necesario preparar la mente y el corazón de los niños, jóvenes y adultos porque para unos es muy difícil perdonar las ofensas de sus hermanos o hermanas y para otros toma tiempo hacerse al sacramento de la reconciliación o la confesión.

Jesús ha instituido un hermoso sacramento para todos sus hijos e hijas que han cometido pecado después del bautismo aquí tenemos una muestra del amor de Dios y de  cercanía con el   ser que ha creado porque Dios quiere que todos los seres humanos vivamos felices y en libertad, queda entonces en desafió de asumir el perdón en nuestras vidas para curar las heridas del corazón con el amor de Dios. 

 En las familias, centros de trabajo, instituciones educativas,  medios de comunicación deberían estar presentes temas del perdón o reconciliación porque necesitamos familias y una sociedad reconciliada con Dios  y el prójimo, para ello es necesario tener apertura, disposición con el fin de ser mejores personas. Tenemos que mirar a Jesús para animarnos a perdonar y ser perdonados: “Padre perdónales porque no saben lo que hacen” en otro momento Jesús no dice: “Tus pecados son perdonados”.


 A  modo de cierre podemos decir que el mundo de rencores y conflictos debe ser iluminado con la misericordia de Dios, asumamos esta noble tarea.
Mg. Carlos Santisteban 

viernes, 30 de mayo de 2014

LA EVANGELIZACIÓN EN LOS TIEMPOS ACTUALES Mt 28,16-20

El Evangelio de Mateo nos  cuenta que Jesús se reunió con sus apóstoles en Galilea, cuando le vieron  le adoraron. Jesús le dijo: “vayan  por todo el mundo (…) yo estaré siempre con ustedes. Conviene preguntarnos  ¿Cuáles son los nuevos contextos de la Evangelización? , ¿Cómo anunciar a Jesucristo en la sociedad de hoy?

Un mirada al contexto actual y percibimos un escenario cultural que se caracteriza por la presencia de una tendencia secularizada, esta tiene como finalidad construir el mundo y la vida sin referencia a Dios. Esta corriente promueve lo mundano, consumismo, mediático, y hedonismo; no hay espacio para Dios. Consecuencias crisis de valores, cultura de muerte, egoísmo, los principios morales se relativizan.

Hay otros escenarios como el fenómeno migratorio, económico, político, y de la investigación científica y tecnológica. Respecto al escenario político se constata una democracia con crisis de valores, el recrudecimiento de la corrupción que involucra a los poderes legislativo y judicial y otras instituciones de la sociedad civil.  Estos son los nuevos retos y desafíos de todos los bautizados y comprometidos con la fe, se necesita trasformar estas situaciones con la luz de Dios.

El Evangelio de Mateo nos hace un llamado, una invitación a todos los bautizados y personas de buena voluntad para iluminar estas realidades. Primero anunciando a Jesucristo a todos los hombres y mujeres  de tal manera que El toque los corazones y se adhieran al seguimiento de Dios para construir una sociedad más humanizada. Segundo es fundamental el testimonio de vida para despertar la atracción por Jesucristo, la belleza de Dios y hacer creíble el Evangelio. Es necesaria la  oración, el conocimiento y la experiencia de Dios.


A modo de cierre los nuevos escenarios de la vida donde se desarrolla el ser humano deben ser iluminados con el anuncio de Jesucristo y el testimonio de vida de todos los que creemos en Dios, para provocar el encuentro con Jesucristo camino, verdad y vida y construir una sociedad renovada de hombres y mujeres  nuevos.


Mg. Carlos Jorge Santisteban LLonto
Docente ULADECH-Católica. SPES

(30.5.14)

domingo, 27 de abril de 2014

LA EVANGELIZACIÓN


Jesús antes de partir al Padre reunió a sus discípulos y les encargo una misión: “Vayan, pues, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos…” Así lo expresa  el  evangelio de Mateo 28,19-20.  La tarea es para todos los hombres y mujeres de llevar el mensaje de salvación a todos aquellos que aún no le conocen y tengan conocimiento de Dios. Cada Bautizado tiene esta noble tarea de ganar almas para Dios es decir conozcan a Dios, le amen, y le sigan como sus discípulos y misioneros en el contexto donde se desarrollen.
Conviene precisar la definición de evangelización a la luz del magisterio de la iglesia. Según Pablo VI (1975),  evangelización significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad. La finalidad de la evangelización es por consiguiente este cambio interior y, si hubiera que resumirlo en una palabra, lo mejor sería decir que la Iglesia evangeliza cuando, por la sola fuerza divina del Mensaje que proclama , trata de convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y ambiente concretos.
Desde esta perspectiva del Papa Pablo VI evangelizar entonces es llevar la palabra de Dios a toda la humanidad, para renovarla y transformarla. Este es el reto y desafió para todos los cristianos hombres y mujeres de hoy, sacerdotes, religiosas (os) , obispos y junto al Papa, cabeza de la Iglesia. La presencia del Espíritu Santo en la tarea evangelizadora es fundamental para la renovación y el cambio interior de las personas.
Para Juan Pablo II (2000), la evangelización  es proponer a Jesús a todos, dar a conocer las exigencias del evangelio con el propósito que conozcan a Dios, le amen y le sigan como sus discípulos.  Ejemplo de evangelización ha sido él mismo papa, llevaba el mensaje de Dios, a todos los sectores de la vida social, política, económica, cultural, religiosa, y educativa de todos los países donde visitaba. La evangelización realizada por el papa ha permitido a un acercamiento a Dios, a otros a un conocimiento más profundo de la doctrina católica y de Dios; a otros pueblos con los principios del evangelio ha impulsado nuevas reformas o políticas de gobierno  teniendo como centro a la persona y su dignidad.
A modo de resumen podemos decir que evangelizar es llevar la palabra de Dios con la finalidad que los hombres y mujeres conozcan a Dios, le amen y le sigan, pero también se renueven permanentemente y se conviertan cada día al Señor. En palabras del papa Francisco, la evangelización es  “ir más allá de si misma” “una evangelización llevada a las periferias”. Finalmente la evangelización debe tener como base la relación profunda con Dios en la oración,  caridad,  verdad y la santidad.  

Etapas de la evangelización

La evangelización como proceso está estructurado en etapas o momentos esenciales: misionera, catequética y pastoral.

La etapa misionera está dirigida para los no creyentes y para los que viven en la indiferencia religiosa. Tiene que ver con las preguntas al sentido de la vida, la experiencia de las limitaciones y contradicciones de la condición humana, la ubicación de la pregunta religiosa y la conversión inicial; cuando la persona y el grupo tiene estas inquietudes la propuesta de  Jesús y del discipulado es mejor comprendida y aceptada. (Garcia, s/f).

La sociedad de hoy a pesar de vivir en una situación de indiferencia religiosa tiene sed de Dios, así mismo la crisis de valores llevan al hombre a buscar modelos que llenen el corazón humano. Estas situaciones que pasan en el ser humano  provocan la búsqueda de Dios, la admiración por Jesucristo, la apertura al evangelio, el encuentro con Jesús tal como ocurrió con Saqueo, la Samaritana y a partir de allí nace el seguimiento a Jesucristo. San Pablo de perseguidor de la Iglesia, paso a ser un gran discípulo.

En el mundo universitario está presente la indiferencia religiosa, es decir los jóvenes no afirman, ni niegan a Dios, se considera indiferente a lo trascendente, a las acciones evangelizadoras y de la fe. Sin embargo, cuando Dios toca el corazón del joven nace una inquietud de conocerle, buscarle y seguirle. En palabras de la hermana Glenda en una de sus canciones decía “nada es imposible para Dios”, esta afirmación es actual, pero hay que sembrar, tocar, llevar la alegría del Evangelio a todos y todas en los diferentes contextos de la vida.

La etapa Catequética  para los que optan por el Evangelio y para los que necesitan completar o reestructurar su iniciación. Tiene un carácter de fundamentación y sistematización; para ello inicia al catecúmeno en la historia de salvación, en los valores evangélicos, en la celebración cristiana y en la vida de la caridad. El objetivo de esta etapa es la conversión radical a Jesucristo como sentido de la vida. "Este 'sí' a Jesucristo, plenitud de la Revelación del Padre, encierra en sí una doble dimensión: la entrega confiada a Dios y el asentimiento cordial a todo lo que El nos ha revelado. Este sí es posible por la acción del Espíritu Santo" (Sastre, s/f)

Hay un dicho que dice: “Nadie ama lo que no conoce…” en este sentido la persona que se adhiere a Jesucristo tiene que estudiar las Sagradas escrituras,  teología y  filosofía  para tener  conocimiento, es decir hay que estudiar, profundizar , reflexionar ,orar en el conocimiento de Dios  y  dar razón de la fe a la comunidad. Unos lo harán en las pequeñas comunidades de base, otros en centros superiores como los institutos y universidades católicas.

La formación teológica, doctrinal, pastoral y actitudinal es muy importante en los todos los bautizados, para establecer diálogos con otros disciplinas del saber humano. La falta de formación ha llevado a muchos católicos a unirse a otros movimientos en estos últimos diez años, por ello la catequesis debe estar presente en los niños, jóvenes y adultos; en las familias, comunidades de base, en todas las estructuras de la diócesis; de tal modo que todos  lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tim2,4)   

La etapa pastoral para los fieles cristianos ya maduros en el seno de la comunidad cristiana. Educa de manera permanente en la fe y en la comunión paterna; esta etapa ayuda  a madurar la síntesis fe-vida en la comunidad cristiana por el cultivo de la espiritualidad y la maduración del compromiso vocacional desde la vida teologal. "El bautizado, impulsado siempre por el Espíritu, alimentado por los sacramentos, la oración y el ejercicio de la caridad, y ayudado por las múltiples formas de educación permanente de la fe, busca hacer suyo el deseo de Cristo: "Vosotros sed perfectos como el Padre celestial es perfecto" ( Mt. 5,48).

Los cristianos  adheridos a Jesucristo y formados en la fe, deben seguir actualizándose para responder a los retos y desafíos que nos plantea la sociedad de hoy. Los laicos tienen la palabra, para dar respuesta a los hechos y acontecimiento de la vida política, social, económica, religiosa y cultura.
 
Una manera de educar a todos es el testimonio de vida, para hacer creíble la fe que profesamos  en la comunidad; el bautizado que reflexiona sobre la caridad debe demostrar  con hechos concretos la fe porque la fe sin obras es muerta; por ejemplo ser respetuoso con los demás, tratarlos y acogernos con sencillez; responder a las necesidades de sus hermanos que pasan hambre, dolor o enfermedad de tal manera que miremos en el prójimo a cristo.

Concluyendo podemos decir que la acción misionera está dirigida para los no creyentes y  a los que viven en la indiferencia religiosa. La acción catequética a los que se adhieren a Jesucristo, es decir a los que libremente acogen la fe, dicen si al Señor, estudian de manera sistemática  a la luz de la fe y la razón la doctrina de Jesucristo y el magisterio de la iglesia a fin de dar razón de la fe a sus hermanos(as). Finalmente la acción pastoral es la actualización de la fe de modo que seamos luz, testimonio,  y testigos de Jesucristo en la comunidad. Es la maduración de la fe fruto de la reflexión y oración. Las tres etapas tienen que tener como base la oración personal y comunitaria.

La nueva evangelización

Juan Pablo II (1995),  al comenzar el Tercer Milenio nos llamó a "remar mar adentro" y comprometernos en una "Nueva Evangelización": "Nueva en su ardor, en sus métodos y en su expresión".  Se debe evangelizar a las personas y también a la cultura.
La nueva evangelización es una respuesta a los nuevos contextos del mundo de tal manera que el Evangelio llegue a impregnar en la mente y los corazones de las personas; tengan un encuentro con Jesús como lo hizo Saqueo, la Samaritana, Pedro, Pablo entre otros. Fruto del encuentro nacen  hombres y mujeres nuevos(as)  dando  testimonio de vida y hacen creíble  la evangelización.

Cabe formularnos un interrogante ¿Cómo evangelizar al hombre de hoy?, se puede responder diciendo con el uso de las nuevas tecnologías para llegar a todos, actualizar la fe a la realidad de hoy, promover encuentros de dialogo entre la fe y la cultura, responder a los hechos y acontecimiento de la realidad internacional, latinoamericana, nacional, regional y local a luz de la Palabra de Dios y del magisterio de la Iglesia de este modo se evangeliza a las personas y la cultura. Con la finalidad de renovar al hombre, tenga una profunda experiencia de Dios, redescubrir la belleza del Evangelio; es decir hombres nuevo, renovados en la fe, esperanza y caridad.
Para  Benedicto XVI (2001), la nueva  evangelización es enseñar el arte de vivir según Jesucristo. Jesús dice al comenzar su vida pública: Él me ha ungido para llevar las buenas nuevas a los pobres (Lc 4, 18); y esto quiere decir: Yo tengo la respuesta a vuestra pregunta fundamental; os enseño el camino de la vida, el camino de la felicidad, mejor dicho: Yo soy ese camino.
La nueva evangelización es vivir  la vida de cara a Dios, es vivir según los valores que nos propone Jesucristo. Es amar al prójimo, responder a sus necesidades, es vivir el estilo de Jesucristo, es un dialogo de la fe con la cultura.  Frente al estilo de vida que nos ofrece la sociedad moderna; todo fácil y mediático, una vida  moral  sin  principios en la economía y  en las familias  etc. Para el Papa la nueva evangelización es ser santos cada día y llevar esperanza y amor a aquellos que no conocen a Jesucristo o no han tenido experiencia de Dios.
La Nueva Evangelización según  el papa Francisco (2013) consiste en dar testimonio, con la vida hagan visible el Evangelio y despierten la atracción por Jesucristo, la belleza de Dios, por otro lado ir al encuentro de los demás.
El testimonio  de vida y de la fe es el signo de la nueva evangelización en los contextos de la vida social, económica, cultural religiosa y política. El testimonio provoca admiración, redescubrir la fe en aquellos que se han alejado de la madre Iglesia y de Dios; lleva al encuentro con Jesucristo, es  motivación y reto;  por otro lado   puede ser motivo de adhesión a Dios.
Para ser el testimonio de vida es necesario el encuentro con Jesucristo cada día en la oración personal y comunitaria, la asidua lectura de la Sagrada escritura, la frecuencia de los sacramentos, el amor al prójimo todo ello  van configurando al bautizado en un persona virtuosa, admirable por su estilo de vida cristiana; todo ello le lleva a irradiar paz, serenidad, confianza en los demás, servicio  a sus hermanos y hermanas de la comunidad.
Desde este horizonte los bautizados deben “Ir al encuentro de los demás…” en palabras de papa Francisco “Ir a la periferias” para hablarles de esperanza, misericordia, a los hermanos y hermanas que se han alejado de Dios o que viven en un estado de tinieblas, dialogar con los que tienen fe o no la tienen de tal manera que el resucitado vuelva a encender los corazones.

CSLL (27.4.14)

jueves, 20 de febrero de 2014

JESÚS Y LA LEY

Mt 5,17-37 
El Evangelio de Mateo nos habla de normas, leyes y mandatos como el perdón, verdad y el juramento, para que tengamos vida y no la muerte. El Salmo 118 nos dice: “Dichoso el que camina en la ley del Señor”. Desde este horizonte podemos preguntarnos ¿Estoy caminando en la ley del Señor?, ¿estoy haciendo el bien y la voluntad de Dios?, ¿buscamos al Señor, cuando nos apartamos de sus leyes?

Constatamos en los diarios y  televisión situaciones de violencia a los niños, jóvenes  y ancianos; bullying y racismo. Todo ello  genera dolor y muerte  en los seres queridos, amigos y una preocupación para la sociedad civil; de otro lado hay una tendencia a construir las relaciones interpersonales en base al  engaño en casi en todos los ámbitos de la vida social, este hecho tiene como base el relativismo. Las normas tienen una relación con la ética y podemos afirmar que la sociedad está en crisis de valores y pobreza espiritual.

El Papa emérito Benedicto XVI decía: “El desarrollo humano debe ser integral”. El país tiene un crecimiento económico importante, pero hay otras estructuras que no van a la par con la economía como la educación, política, cultura y lo social donde se percibe muchas debilidades que nos llaman a la reflexión y a la toma de decisiones para, construir una sociedad más humana y reconciliada con el prójimo y el ser divino.

El Evangelio de Mateo nos hace una invitación, un llamado a vivir en los caminos del Señor, volver la mirada al Dios de la vida, a recibir su perdón, ello implica que nos esforcemos cada día porque la vida cristiana es lucha interior para  hacer siempre el bien y evitar el mal; tener el coraje de decir siempre la verdad, amar la vida y defenderla en todas sus formas. Con nuestras solas fuerzas no podemos, necesitamos de la gracia de Dios y su auxilio. Necesitamos fortalecer el espíritu  cada día con la oración, el amor al prójimo y participar de la vida de los sacramentos.

A modo de cierre podemos decir que vivir los mandatos de cara a Dios es esforzarnos y pedir la ayuda de Dios cada día para dar testimonio y hacer creíble  la dicha de ser discípulo y misionero en el contexto donde nos desarrollamos. ¡Qué el Señor nos ayude a ser mejores personas¡


  Mg Carlos Jorge Santisteban LLonto. (Docente Uladech-Católica SPES) 14.2.14